3° Fecha - Grupo B - Copa de Verano 2011/12 Deportivo Mística 1 vs Pucho Loco 0

El Mística fuma Pucho Loco

El sol en lo más alto del cielo, más prendido fuego que nunca, iba a ser testigo del último partido de la fase de grupos de la Copa de Verano 2011/2012. El rival era el famoso Pucho Loco. Viejo conocido del torneo de verano pasado. El Mística, tras el chasco del partido anterior, venía con más ganas que nunca de jugar a la pelota y cerrar el grupo B en lo más alto y con puntaje ideal.
Los fundamentalistas de la Guozdenetta fueron: participación estelar de “Abrojo” D´Aquila bajo los 3 palos; Joaquin, Cuello, Gabo y Martín eran los 4 del fondo; Nacho por derecha, Flavio por el medio, Mato por izquierda; “Torpedo” Panissa de enlace y arriba Maldo y Maxi.
El encuentro era de trámite lento, los muchachos de Pucho Loco ofrecían una dura resistencia a los ataques verdinegros que no lograban inquietar. El fútbol pasaba por los pies de Azzaro quien, junto a Panissa y Seoane, engendraban las jugadas más claras. Todo era volcado sobre el sector izquierdo, con trepadas de Beltrán, que quedaban inconclusas o no causaban riesgos para los rivales. Entre el fuerte calor, y la poca claridad de ambos equipos, el primer tiempo pasó desapercibido por Vialidad.
Para el segundo tiempo no iban a cambiar mucho las cosas (tampoco los nombres, ya que el Deportivo Mística llevó un plantel acotado y no tenía recambio). Partiendo desde la seguridad de “Abrojo” en el fondo, el verdinegro de Avellaneda aprovechaba un poco más los espacios que dejaba Pucho Loco y comenzaba a acercarse con mayor intensidad al arco rival. El agotamiento del equipo auriazul empezó a notarse en el complemento, la frescura mística hacía la diferencia. Hasta que promediando el segundo tiempo, tras una jugada de Mato por izquierda, encontró a Flavio en la puerta del área. Éste quiso darle al arco pero le pego con el botín babita. Como buen goleador, Maldo estaba en el punto del penal para recibir el mal remate de Azzaro, aguantar la embestida e inflar las redes como un remate seco al medio. Otro gol más para el pichichi del torneo veraniego.
Herido en su orgullo, Pucho Loco quemó los pocos cartuchos que le quedaban con centros llovidos y pelotazos a las espaldas de los marcadores de punta. Todo era desactivado por los 4 del fondo, o en el peor de los casos, Abrojo era quien defendía el cero del Mística. No hubo tiempo para más. Fin del partido, fin de la fase de grupos. Puntaje ideal, sin goles en contra. Cuando juega el Mística, vos fuma… Pucho Loco.